El cáncer es una enfermedad que está acabando con gran cantidad de personas en Panamá. El Instituto Oncológico Nacional, dedicado a atenderlas, cuenta con enfermeras que más que realizar un trabajo, ven esto como un servicio humanitario a la comunidad, en donde ofrecen una voz de aliento, expresan sentimientos de cariño, su tiempo y dedicación a los pacientes de este centro hospitalario, a los que les hacen sentir fortaleza espiritual, y que alguien está allí para ayudarlos a seguir adelante, sobrellevando la enfermedad.
Auristela de Rodríguez, jefa de las enfermeras de la institución, con 25 años dedicándose a los enfermos, acotó que su atención juega un papel importante en los pacientes, porque su apoyo, aparte del de su familia, influyen en los estados de ánimo, permitiéndoles recuperarse más rápido y salir adelante.
DEDICADAS A SERVIR AL PROJIMO
Junto a los doctores, su misión diaria es salvaguardar sus vidas, aunque muchas veces, cuando llegan pacientes con el cáncer tan avanzado, es duro para ellas, porque en la mayoría de los casos se encariñan tanto con los enfermos, que viven su sufrimiento, y cuando mueren sienten como si hubieran perdido a un familiar.
Continúan su labor día a día, teniendo presente su lema: Atender al prójimo con amor, humildad, abnegación y cariño; dispuestas a ofrecer una mano amiga a quien la necesita, dándoles una esperanza de vida por medio de los tratamientos y procedimientos que realizan.
UN RAYITO DE CALMA EN MEDIO DE LA TRISTEZA
La fortaleza de la mayoría de las enfermeras es saber que hay personas a las que aún les pueden salvar la vida, porque su cáncer fue detectado a tiempo. Las del área de Cuidados Intensivos, desempeñan una función aún más delicada. Deben brindar apoyo a los pacientes en estado crítico, en momentos en que sienten que su vida se les escapa.
Una de ellas, la enfermera María Rosas, manifestó que "algunas veces lo que necesitan muchos pacientes es que uno se siente con ellos y los escuche, permitiéndoles expresar sus sentimientos e inquietudes y esto es suficiente; o sencillamente darles un apretón de mano, que es lo que necesitan para desahogarse".
Pero aparte de aliviar su dolor, tratan de que su vida sea lo más normal posible. Es por esto que la institución cuenta con salones de belleza, para atender a más de 15 pacientes de ambos sexos, los días lunes y miércoles gratuitamente. Allí llegan sin ánimos y tristes, pero cuando son atendidos, se les nota la diferencia. El cambio en sus rostros es inmediato, se sienten satisfechos al ver su apariencia, porque los hace sentirse bien como personas.
UNA ESPERANZA DE VOLVER A VIVIR
Una de las pacientes que le tocó vivir la enfermedad fue Alicia Luaces, con 12 años de sobrevivencia. Hoy en día lidera una asociación de pacientes con cáncer. Cuando llegó al Oncológico le hicieron la mamografía, además de un ultrasonido que dio resultado positivo, cáncer de seno, que más tarde le fue amputado.
Su consejo a todas las mujeres, sin importar su edad , es que deben hacerse su examen de senos todos los meses, porque a todas nos puede suceder. Es peor tener cáncer y no saberlo, porque puede ser demasiado tarde. También hay que comer mejor, más vegetales, menos comidas fritas y no volver a freír en el mismo aceite usado, debido a que es cancerígeno.
Otra que no se vence ante la enfermedad es Gladys Contreras, a quien le diagnosticaron un tumor maligno en el seno izquierdo. Ahora el Instituto Oncológico ha decidido operarla. Con más de 4 meses de estarse atendiendo, se siente contenta porque ha tenido mucho apoyo de las enfermeras, que son muy buenas y que le demuestran su preocupación por ella.
Al igual que ella, familiares de otros enfermos, como Juan Castillo, quien comentó que todas las enfermeras son muy amables, nobles, comprensibles y los han tratado muy bien, en especial a su esposa. Les dan un aliento para seguir adelante, a la vez que los orientan inspirándoles confianza.
KUNDY QUINTERO
"A lo largo de trabajar en el Oncológico, me ha tocado animar varios pacientes cuando le sale su examen positivo, y les hago ver que no es sinónimo de muerte".
AURISTELA RODRIGUEZ
"Me diagnosticaron cáncer, luego de que en un accidente me quemara los pies, y por eso me amputaron uno, pero lucho por seguir adelante".
ELVIA CASTILLO
"Las enfermeras de la institución atienden a los pacientes de maravilla, para que se sientan tranquilos y les hacen ver que todo no es enfermedad y los ayudan".
ALICIA LUACES
"Me diagnosticaron cáncer de seno hace 12 años, gracias a Dios me lo pudieron tratar ".
En el Oncológico se reciben unos 200 nuevos casos de cáncer de mama al año. La mayoría avanzados. El cáncer de mama es la segunda causa de muerte en todo el territorio nacional. Un examen practicado a tiempo, puede salvar su vida.
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