Hola Moza, te escribo porque realmente necesito tu ayuda.

Mi problema es que yo tenía una amiga y nos llevábamos muy bien, de un tiempo para acá la vi muy distinta conmigo, me comenzó a preguntar si yo era lesbiana, que si yo gustaba de ella, en fin.

Realmente, eso me molestó muchísimo, porque si ella era mi amiga no debía pensar eso de mí. Ahora te voy a explicar por qué ella dudó de mi feminidad. Según ella, yo la miraba distinto, dice que veía en mi mirada que le insinuaba cosas y que ella sentía que yo gustaba de ella. Obviamente, me dejó de hablar porque no tiene amigas así y la verdad, me dolió mucho que pensara eso de mí.

Lo que yo te puedo asegurar es que no soy ninguna lesbiana, sí le decía que la quería mucho, que es lo normal de toda amistad, pero ella me lo decía igual, eso no es una razón para que piense de esa manera.

Yo la miraba con admiración, porque en corto tiempo me demostró que yo podía confiar en ella y, realmente, es una gran persona, pero nunca debió haberme tratado así.

Yo quisiera que tú me dieras una pequeña ayuda y me digas qué puedo hacer en este caso que me tiene muy mal. He intentado hablar con ella y se niega, la verdad, no sé qué hacer porque yo sí le quisiera volver a hablar; después de todo esto, yo no le guardo ni rencor, ni rabia, ni nada.

Ayúdame, por favor, y dame un buen consejo como tú lo sabes dar, please, yo lo seguiré al pie de la letra. ¡Chaooo! Atentamente, la preocupada.

TRANQUILA, DALE TIEMPO

Hola preocupada, lo que me cuentas me ha puesto también triste a mí, sobre todo porque a muchas personas les pasan cosas iguales.

Yo lo que te quiero recomendar es que tengas calma, ya que creo que en estos momentos, tu amiga sí que está confundida con lo que ha pasado.

A mí me parece que debes darle un tiempo para que analice lo que ha pasado y se dé cuenta de su error; luego vuelve a acercarte y explícale que la quieres como amiga y no como mujer, pues no eres lesbiana. Es más, si te consigues un novio o lo tienes, pídele que te acompañe para que se dé cuenta de que no mientes. ¡Suerte!