Tragedia trunca sueños
El docente Julio González, evidentemente afectado por lo ocurrido, se recupera. Hoy SINAPROC reanudará la búsqueda.

M. Vásquez, E. Bosquez y I. Miranda | DIAaDIA

“Después de más de 15 minutos de lucha contra la fuerte corriente de la cabeza de agua en el río El Palmar, le dije a la maestra que yo no soportaba sostenerme y ella decidió soltarme y se fue con su hijo. Como pude, logré llegar hasta unas ramas de un árbol en el centro del río y allí me sujeté a unos bejucos por más de 24 horas hasta que me rescataron los moradores”, dijo a DIAaDIA el maestro Julio César González, de 22 años, sobreviviente de la tragedia ocurrida el pasado domingo, cuando tres personas: Yamileth Calderón, Doris Dixon y su hijito de 12 años, Derian Castillo, perdieran la vida.

González relató que los cuatro quedaron atrapados por una cabeza de agua del río, pero las maestras se pusieron nerviosas y decidieron retroceder; luego de que la maestra Yamileth lo soltó sólo quedó con el niño y la maestra Dixon, pero 15 a 20 minutos después, la fuerza de la corriente era tan fuerte que no lograban avanzar, "fue entonces cuando la educadora Dixon y su niño se despidieron de mí para siempre”, contó.

"AY MI NIñA"

Yamileth Calderón era de El Cortezo de Natá. Era la segunda de cuatro hermanos y el apoyo de su madre, luego de la muerte de su padre en un accidente de tránsito hace cinco años. Al ser la única que tenía un trabajo estable dentro del hogar, le pagaba los estudios de enfermería a su hermana en la ciudad capital y ayudaba a sus demás hermanos, entre ellos, la más pequeña de 13 años.

Mientras los hermanos recuerdan a Yamileth, su madre llora desconsolada en su habitación, sólo se le escucha decir: “Ay mi niña, éste es un dolor muy grande”.

SUEñO FRUSTRADO

En medio del dolor y la tristeza, los familiares de la educadora Doris Gough Dixon, de 39 años de edad, quien se encuentra desaparecida, conservan la fe y el espíritu cristiano.

Doris quería llevarse a sus dos pequeños para Kusapín para que estudiaran en la escuelita de Pajonal. Se llevó primero a Derian Castillo, el varoncito de 12 años y luego mandaría a buscar a Lekeysha, de 9 años, pero la cabeza de agua no dejó que su sueño se convirtiera en realidad. Ella y su hijo continúan desaparecidos.

BASTA YA

Familiares de las víctimas consideran que ya es tiempo de que las autoridades educativas sean un poco más elásticas con los educadores de las comunidades de difícil acceso.

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