Macabro hallazgo. Eran las 11:30 a.m. de ayer cuando la señora Elda Bustamante encontró el cuerpo sin vida de su hermana Cris Bustamante, de 36 años, tendido en el suelo de la oficina donde trabajaba, pero peor fue la impresión al descubrir que el esposo de ésta, Martín Luis Rovira, de 42 años, también estaba muerto. Él colgaba de la viga de la puerta del lugar.

Los esposos trabajaban en las instalaciones de la Academia Panameña de la Lengua y junto a sus hijos vivían hace más de 18 años en unos apartamentos ubicados en la parte trasera de la entidad.

Cris, quien tenía hematomas alrededor del cuello, por muchos años laboró como secretaria y Rovira era el conserje del edificio, por eso, eran conocidos por todos. Y es que apenas las personas se enteraron de la noticia, el lugar fue abarrotado de personas que querían saber qué era lo que había pasado. Sin embargo, hasta las autoridades desconocen lo sucedido, por lo que de inmediato empezaron las investigaciones del extraño caso.

Los hijos de la pareja estaban en la escuela cuando se hizo el hallazgo. Al parecer, ellos los estuvieron llamando, pero no lograron comunicarse con sus padres, lo más seguro, porque ya estaban muertos.

Conocidos de la pareja expresaron que en la mañana vieron a Rovira y que no se notaba preocupado. Ellos lo definieron como una buena persona. Además, recordaron que todas las mañanas éste barría las hojas del patio.

Se conoció extraoficialmente que Rovira dejó una nota, sin embargo, esto no fue confirmado por las autoridades.

INVESTIGACIONES

Hasta el momento se desconoce la causa de la muerte, pero se cree que fue un crimen pasional.