Si los maestros de su hijo aseguran que no trabaja o que se distrae mucho en clase, pero en casa el chico es inteligente, creativo y se esfuerza a la hora de estudiar, hay algo raro.
Preste atención, sobre todo, si sus calificaciones reflejan una serie de dificultades incomprensibles en todo lo relacionado con el aprendizaje de la lecto-escritura.
Ojo señor padre de familia, su hijo podría ser disléxico.
¿Qué es? Pues, la dislexia ha sido definida por los psicólogos como un tipo de incapacidad para aprender.
¿COMO SE MANIFIESTA LA DISLEXIA?
- Los síntomas más frecuentes de la dislexia aparecen en la lectura y en la escritura. Por ejemplo: "sol", en vez de "los"; omisiones de letras o sílabas ("pueta", en vez de "puerta") o palabras que aparecen cortadas o unidas a otras palabras.
- Los problemas lectores que sufren los disléxicos se constatan, generalmente, cuando leen en voz alta. Suele ocurrir que leen de forma entrecortada, inventan el final de algunas palabras y pronuncian mal otras.
No comprender lo que leen provoca en los disléxicos distracción, falta de esfuerzo, hiperactividad, bajo rendimiento académico o baja autoestima.
El psicólogo Keneth Rodríguez nos dijo que "la dislexia tiene cura y tratamiento, aunque muchos padres no conocen el tema y, por tal razón, no buscan ayuda de profesionales".
¿COMO AYUDARLOS?
- El cambio de mentalidad por parte de profesionales, padres y docentes, es un primer paso para entender a nuestros hijos (as) con dislexia; pero mientras tanto, ellos necesitan ayuda urgente.
En este caso, la ayuda consiste en enseñar ciertas herramientas de autocontrol y una metodología complementaria de aprendizaje, orientada a generar las imágenes que antes no podía. - El niño (a) disléxico debe estar en un aula regular y recibir el tratamiento y apoyo profesional durante horas extracurriculares, recibiendo así las lecciones ordinarias con los otros estudiantes.
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