¡Dulce vendetta!
El AC Milan conquistó ayer su séptima Copa de Europa; se vengó del drama de Estambul en 2005, y esta vez sí tumbó al Liverpool, con un poderío físico superior y una noche inspirada de Pippo Inzaghi, autor de los dos goles, y héroe ya del hincha milanés.
El Liverpool no tuvo su día. Puso más fútbol en general, pero se ahogó en el último cuarto de hora. El equipo inglés, como siempre, puso corazón y acortó al final con un 2-1 que puso Kuyt, pero no fue suficiente.
El Milan disfrutó de su paciencia. No estuvo cómodo, pero fue letal. Apareció en dos ocasiones: la primera con un golpe de fortuna en un tiro libre directo al filo del descanso, lanzado por Andrea Pirlo y tocado con suerte por Inzaghi, que despistó a Pepe Reina; y la segunda con un hábil pase de Kaká a Inzaghi, que no perdonó, dribló a Reina y firmó el 2-0.
La gente de Rafa Benítez dejó el alma, tuvo más calidad que su rival, pero no definió.
El Milan de Carlo Ancelotti, por su lado, una vez más se mostró como un animal salvaje, que no perdona. El felino hizo su partido y destrozó; jugó con seriedad y el capitán Paolo Maldini entró en la leyenda. Levantó la séptima del Milan y la quinta Liga de Campeones de su carrera profesional. A punto de cumplir 38 años, es un ejemplo para todo el mundo del fútbol.
GOLEADOR
El centrocampista brasileño del Milan, Kaká, terminó como máximo goleador de la Liga de Campeones, con 10 tantos en trece partidos.
|