Los moradores de Paraíso, en Arraiján, temen pasar por un puente improvisado con dos troncos.

Telma Santana, residente del lugar, se ha caído en varias ocasiones y han tenido que colocarle cuello ortopédico.

Alegó que si un niño se cae se puede golpear muy fuerte o, incluso, se puede quebrar las piernas.

Agregó que no solo el puente es una trampa de muerte, sino que las calles están en mal estado, y que cuando llueve la calle se torna intransitable.

Sobre el tema, Omar Ruglinshis, director del Ministerio de Obras Publicas (MOP) en Arraiján, dijo que la próxima semana se estará evaluando la problemática del puente, por el que transitan moradores de las comunidades de Las Acacias y Paraíso.