Jack y Kelly, dos de los hijos del músico Ozzy Osbourne, confesaron que desde su niñez son drogadictos. Es más, hasta estuvieron cerca de la muerte, debido a sus vicios. Jack, hoy de 18 años, aseguró que desde los 13 años empezó con el alcohol y toda clase de drogas, al igual que su hermana Kelly, hoy de 19 años.
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