HISTORIAS
Ayer murió...

Redacción | DIAaDIA

Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero que decía:

"Ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de Usted en esta empresa. Está invitado al velorio en el área de deportes". Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y de la empresa.

La agitación en el área deportiva era tan grande que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velorio. Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba: ¿Quién será el que estaba impidiendo mi progreso? ¡Qué bueno que el infeliz murió!

Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban dentro del féretro y tragaban saliva. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo... cada uno se veía a sí mismo...

Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TÚ MISMO! Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tú eres la persona que puede perjudicar tu propia vida y tú eres la persona que puede ayudarse a sí misma.

Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe o cuando cambia tu empresa, cuando tus padres cambian o cuando tu pareja cambia. Tu vida cambia cuando tú cambias. "Los tristes piensan que el viento gime, los alegres piensan que canta".

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