HISTORIAS
Caballito de palo

Redacción | DIAaDIA

Un padre llevó a su hijito a un largo paseo por el bosque. Como era pequeño, le llevó sobre sus hombros por mucho rato.

Luego le puso de pie y le dijo que tendrí­a que caminar hasta la casa.

Al rato el pequeño lloraba porque estaba muy cansado, demasiado cansado para dar un paso más.

El padre cortó un palito y lo limpió muy bien de toda astilla mientras el niño observaba. Al terminar, dijo: «Mira, hijo, aquí­ tienes tu propio caballito para que te lleve a casa». Encantado, el niño se montó sobre su caballito y felizmente llegó a casa.

Y en casa dio vueltas por todo el jardí­n hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.

A veces nuestro Padre Celestial nos lleva y a veces nos deja caminar, y muchas veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por él, nos ofrece un caballito - una idea, una promesa, una canción nueva, un cariño, una oración intercesora, lo que sea, y sobre ese corcel llegamos a la meta.

¿Necesitan un caballito? ¿Otro hermano está necesitando un caballito? Ofrezcámoselo con ternura, recordando nuestro propio cansancio a veces.

Eso hace toda la diferencia para un pequeño hermano.

1 Pedro 1: 22 "Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espí­ritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro"

Proverbios 18: 24 "El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano"

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados