Es famosa entre los estudiantes. Hace nueve años la señora Luisa De La Cruz vende ensalada de mangos fuera de la escuela Jerónimo De La Ossa, en San Miguelito, esto porque"así nadie me manda y tengo mi propio negocio", replicó esta señora de pocas palabras, pero con mucha sazón para preparar sus productos.

Hace 18 años, Luisa llegó de su natal República Dominicana a Panamá, aquí se radicó e incluso se casó. Como muchas de las extranjeras que llegan a Panamá, al principio, esta luchadora mujer trabajaba en casa de familia, hasta que decidió independizarse.

La fruta que más utiliza para las ensaladas es el popular mango, pero la comerciante también prepara piña u otra fruta que esté de temporada.

"Cuando yo no estoy aquí y los muchachos me topan por ahí me preguntan qué me pasó", dijo. Y es que ella es muy querida por los estudiantes de esa escuela, del Instituto Rubiano y hasta de las personas de la comunidad.

Para muestra, cada vez que toca el timbre del recreo, se puede ver cómo llegan los alumnos a comprar su ensalada que se pasa por el alambre de ciclón de la cerca del colegio.

Desde las 9: 30 a.m. hasta las 4:00 p.m., doña Luisa está en el lugar. Ella explicó que los muchachos de camisa celeste son quienes consumen más mango, sobre todo en la salida y en el recreo.

"Me gusta mi trabajo y los muchachos me tratan bien, no tengo queja de ellos, porque no son malcriados. Me llevo bien con ellos", aseguró. Pues hasta comprensivos son cuando ella está ocupada y esperan con paciencia ser atendidos.

"Cuando no vengo aquí me siento incómoda en la casa", dijo la vendedora, quien aconsejó a las personas para que trabajen honradamente. Ella no dudó en decir que no le da pena trabajar vendiendo mangos, porque cuando sale de su casa piensa que está trabajando en una oficina como cualquier otra persona.

HIJOS

Luisa tiene cuatro hijos que viven en República Dominicana.