Lindsay Lohan no consiguió que le redujesen las restricciones relacionadas con pruebas de drogas y alcohol que le impuso una juez para poder asistir a una filmación en Texas.
La actriz, ataviada en un traje gris oscuro, lució sombría y preocupada ayer en un tribunal de Beverly Hills cuando consultó con su abogada sobre el plan para colocarle un brazalete de vigilancia en el tobillo y hacerle análisis semanales sin aviso en el área de Los Ángeles, en busca de drogas.
La abogada de Lohan, Shawn Chapman Holley, dijo que Lohan está comenzando a rodar una película en Texas, pero la juez le dio a entender que tendrá que retrasar el proyecto. ¡Upps!