Una final con la que los apostadores jamás hubieran soñado.

Mónaco y Oporto disputan hoy la Copa de la Liga de Campeones, en una final inédita que les da a los dos equipos una oportunidad, posiblemente única, de obtener el máximo título continental de clubes.

Se trata de un partido en el que las estrellas sobre el terreno de juego son pocas y hay que buscarlas en los banquillos con dos hombres jóvenes como entrenadores, el portugués José Mourinho (41 años) y el francés Didier Deschamps (35), que han sorprendido a Europa y que ahora todos los clubes grandes se los disputan.

Oporto, que ganó la Copa de la UEFA la temporada pasada y la Liga de Campeones en 1987, parte como ligero favorito frente a un Mónaco que ya está acostrumbrado esta temporada a dar sorpresas, si no pregúntenle al Real Madrid.