¡Permiso, permiso... no me deja pasar! Eso es lo que se escucha a diario entre la multitud en el puente peatonal de San Miguelito, más cuando llueve.
Entre las personas que venden algo, los que no hacen nada y algunos
as carteristas que esperan el conglomerado para hacer de las suyas, que ocupan los espacios vacíos, corre la gente para evitar mojarse.
Se ha quedado muy pequeño para la gran cantidad de personas que transitan a diario, explicó Antonia de Ramos, una de las que siempre usan el puente.
Según ella, "no se puede caminar, es peligroso porque uno no sabe quiénes son y nos pueden robar".
La situación empeora en horas de la mañana o la noche, cuando es más usado, puesto que no tiene luz.
A esto se suma el hecho de que con las lluvias, todos los que usan el puente se mojan, porque los aleros del techo son cortos. Edith Barahona sabe que si le tapan la cerca de ciclón será peor, porque quedarán encerrados y más vulnerables que la gente.
AFECTADOS
Los billeteros han denunciado que muchos son víctimas de los ladrones en la madrugada y la tarde.
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