BARBAS EN REMOJO
El escándalo ha llegado a la cumbre: la juventud sufre de un libertinaje sexual, que ha alcanzado proporciones gigantescas. Muchos les echan la culpa al Código de la Familia, ya que los menores se sienten respaldados por las leyes, pero ¿quién le pone el cascabel al gato? Tal vez los adultos escarmienten en cabeza ajena y de una vez por todas entiendan que el que roba la inocencia y candidez a un niño, no merece el perdón de nadie. Por mientras, son los padres los que con muros de amor deben proteger a sus hijos.
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