No es nuestra costumbre sacar entrevistas de preguntas y respuestas, pero la grandeza de este hombre, Tony Meléndez, merece que su fanaticada conozca un poco más allá al hombre que nació sin brazos porque a su madre le medicaron un tratamiento muy fuerte cuando estaba embarazada.
A pesar de su discapacidad, este hombre toca guitarra y ha escrito un libro llamado "Un regalo de esperanza". En medio de una entrevista telefónica, nos confesó que va por el segundo. También manifestó que va a Australia a conocer al Papa Benedicto XIV, ya que no olvida su experiencia junto al difunto Juan Pablo II, un hecho que cambió su vida para siempre. Lo hará luego de su única presentación este 2 de junio en Panamá, en el Teatro Balboa, donde los cupos son limitados.
¿Ha pensado en crear alguna fundación? Ya existe, se llama Tony Melénde'z Ministries y opera a nivel de USA y México, sin embargo, estamos en proyectos para que funcione en Latinoamérica.
¿En qué momento de su vida ha llorado por sus manos? Más que nada en la adolescencia y niñez cuando la gente se burlaba, pero fue un proceso hacia la aceptación de que mi Dios me quiere así como estoy y los seres humanos que valen la pena, me querrían así también.
¿Cómo empezó a tocar guitarra? Cuando era chiquito, 10 años, empecé a jugar con la guitarra y así inició mi interés, y el sentimiento más grande fue cuando logré ese primer acorde.
¿Toca otros instrumentos? No, solamente la guitarra, y la voz.
¿Qué significado tiene Dios en su vida? TODO, es el centro de todo, y eso me mantiene en la tierra y en orden.
¿Qué le falta por vivir? Pasar más tiempo con mi familia.
¿A Algunos de sus dos hijos le gusta la música o tiene su mismo don? Por el momento tienen el mismo amor a la música que yo, y a la vida, además de una actitud positiva.
¿Qué mensaje le brinda a los jóvenes que se dejan abatir por las enfermedades? Observen sus manos y su corazón, y vean el milagro que es estar vivo.
¿Piensa que debe haber más apoyo a los discapacitados? Creo que debe haber más apoyo, sobre todo emocional, a todos los seres humanos que por una u otra razón se sienten incompletos. ¡Espérenlo!
