
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
Tienen que ser responsables en sus deberes.
El psicólogo está pendiente de escuchar sus inquietudes.
Este grupo tiene pocos días de haber ingresado al programa.
Los niños reciben refrigerios ante de comenzar las clases.
Están muy atentos a las enseñanzas.
La fundación tiene un salón cultural para las clases de danza y teatro.
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
Tienen que ser responsables en sus deberes.
El psicólogo está pendiente de escuchar sus inquietudes.
Este grupo tiene pocos días de haber ingresado al programa.
Los niños reciben refrigerios ante de comenzar las clases.
Están muy atentos a las enseñanzas.
La fundación tiene un salón cultural para las clases de danza y teatro.
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
Tienen que ser responsables en sus deberes.
El psicólogo está pendiente de escuchar sus inquietudes.
Este grupo tiene pocos días de haber ingresado al programa.
Los niños reciben refrigerios ante de comenzar las clases.
Están muy atentos a las enseñanzas.
La fundación tiene un salón cultural para las clases de danza y teatro.
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
Tienen que ser responsables en sus deberes.
El psicólogo está pendiente de escuchar sus inquietudes.
Este grupo tiene pocos días de haber ingresado al programa.
Los niños reciben refrigerios ante de comenzar las clases.
Están muy atentos a las enseñanzas.
La fundación tiene un salón cultural para las clases de danza y teatro.
En los talleres, aprenden a reir, a llorar, a compartir sus vivencias y a escucharse.
Tienen que ser responsables en sus deberes.
El psicólogo está pendiente de escuchar sus inquietudes.
Este grupo tiene pocos días de haber ingresado al programa.
Los niños reciben refrigerios ante de comenzar las clases.
Están muy atentos a las enseñanzas.
La fundación tiene un salón cultural para las clases de danza y teatro.
“Aprendí a afrontar la vida con sus altibajos, a obtener conocimientos de finanzas, del manejo con los hijos, con el esposo y cómo progresar como profesional”, dijo María.
A esta fundación acuden mujeres que durante toda su vida han sido violentadas, nunca han sido escuchadas y no han tenido la oportunidad de estudiar, lo que las hace estar sumergidas en un mundo de sombras, pero que con atención psicológica y de trabajadores sociales salen adelante siempre y cuando tengan los deseos de superarse, pues el 66% de las mujeres que se han capacitado están laborando.
¿Quiénes son?
La superación es la principal característica que deben tener las mujeres que asistan a la Fundación Calicanto que está ubicada en Calle 4.ª San Felipe.
Desde hace dos años un grupo de profesionales y voluntarios trabajan con mujeres de los barrios de San Felipe, Curundú, Calidonia, Barraza y El Chorrillo para hacer de ellas unas profesionales en la industria hoteleras. Hasta la fecha han atendido a 356 mujeres y trabajan con 37 niños.
Eva Chacón, trabajadora social de la fundación, manifestó que las primeras cinco semanas trabajan en el desarrollo personal de las mujeres como individuos y en fomentar su sentido de pertenencia al equipo (inteligencia emocional, resolución de conflictos, autoestima, finanzas personales, imagen personal y atención psicológica).
En la visita hecha por DIAaDIA se comprobó como cada una de las integrantes de los programas participan de los talleres y todas tienen un mismo fin que es de superarse y ser alguien en la vida.
En la última semana asisten a la Escuela Internacional de Hotelería en la Ciudad del Saber, donde obtienen la capacitación. Durante esas siete semanas las mujeres tienen que entrar a las 8:00 a. m. y salen a las 5:00 p. m. y en caso de llegar tarde o faltar tienen que justificar su ausencia, para que de esa forma se vayan formando para cuando estén laborando. “Es importante recalcar que si una mujer decide abandonar el programa, no entra más y pierde la oportunidad de capacitarse, pues por persona la fundación gasta mil 100 dólares y en cada grupo son 25 las integrantes”, aseguró.
Motivación
Neftaly Montenegro, coordinador y psicólogo del programa, manifestó que se dedica a trabajar con las mujeres para que desarrollen su autoestima, se preparen para conseguir un empleo y lograr un cambio en sus vida. “Es asombroso ver cómo ellas al pasar de las semanas hacen un cambio personal y profesional en sus vidas”, dijo.
Consejo
Montenegro aconsejó a las mujeres que se atrevan a participar de la Fundación Calicanto, pues es una oportunidad única en la vida. “El requisito indispensable es que vengan, pues acá la llevamos de la mano para que sean mujeres de éxito.
Explicó que para capacitarse las mujeres tienen que ser desempleadas, preferiblemente del área San Felipe, Curundú, Calidonia, Barraza, El Chorrillo, pero han capacitado a algunas mujeres que son de Chilibre y Arraiján. Otro de los requisitos son los deseos y la disponibilidad del tiempo.