Era tan solo un chico de catorce años, cuando le dijo a su mamá que soñaba con ser bajista de una orquesta sinfónica.

La vida y su empeño le han permitido coronar este sueño, y hoy día pertenece al prestigioso y selecto grupo que puede tocar en nuestro país de manera magistral el contrabajo.

Osvaldo Vergara es un joven de 31 años, que le dedica sus mejores horas a la especialización de este instrumento de cuerda.

Precisó que en sus inicios su madre observó en silencio cómo crecía su interés por el arte, cuando veía que devoraba las horas pegado a la guitarra, primigenia arma a la que se aferró para entrar en el mundo de los músicos. Un ejemplo de ello es que como regalo, al graduarse del José Dolores Moscote, su progenitora le obsequió un bajo eléctrico con su respectivo amplificador.

Al terminar esta fase de su vida ingresó a la escuela de música y, de la mano del profesor Roberto Flores, entró simultáneamente al Conservatorio Nacional.

Resaltó que en 1995 comenzó a hacer música de cámara, en 1999 incursionó a la Orquesta Sinfónica, y en el 2000 a la Orquesta de Cámara de la Universidad de Panamá.

Reconoció que vive de la música; sin embargo, aclaró que ha tenido que dedicarle cuerpo y alma al estudio del contrabajo para no perder la destreza.

"Todo lo que tengo es a base de estudio constante, con seriedad hacia este instrumento... le tengo gran respeto, y lo amo, es todo para mí".