"El meñique se llama Enrique, el anular Julián..." una de las tantas canciones de Topo Gigio, provocó que varios vecinos se asomaran a sus ventanas y que pequeños salieran de sus casas para pasar un domingo ameno y diferente.
Los niños y niñas residentes de Curundú, principalmente aquellos que en días atrás se quedaron sin casas, sonrieron. Hicieron títeres, sapitos con rollos de papel higiénico y máscaras de payasitos.
Además soltaron la carcajada, gracias a las ocurrencias del payaso "Payasín".
Según Gertrudis Herrera, trabajadora social del MIDES de Curundú, expresó que la actividad fue organizada por varias entidades gubernamentales para traerle un soplo de alegría a esta comunidad.
En medio de la algarabía y de la música, salieron varios instructores de danza y es que ninguna de las chiquitas se quería dejar al mover sus cuerpecitos al ritmo de Samy y Sandra Sandoval.
La iniciativa fue compartida por todos, hasta por los más grandes, que gozaban de ver a los chiquitos divirtiéndose.
Se espera que esta y otras actividades se repitan para el beneficio de la comunidad.
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