Los pies son una de las partes del cuerpo más sensibles, delicados y resistentes a la vez. La planta de los pies tiene cientos de terminaciones nerviosas. Con sólo tocarlos suavemente, se experimenta una sensación general de bienestar y relajamiento en todo el cuerpo. Esto hace que realmente se beneficien con un masaje.
Un masaje en los pies puede ser todo lo que necesita después de un largo día de trabajo.
Sólo necesita:
Unas manos suaves y cálidas: Caliente sus manos antes de un masaje.
Aceite: El aceite ayuda a que las manos toquen la piel suavemente, eliminado la fricción.
Una temperatura agradable: Mucho calor o mucho frío hacen perder cualquier momento de relajamiento.
EL MASAJE
Deslice las manos en el pie desde los dedos hasta el tobillo. Repita hasta que sienta el pie relajado y cálido. Levante el pie con una mano y con la otra mueva el pie en forma rotativa de izquierda a derecha y viceversa. Sus movimientos deben ser suaves y despacios; dos veces a cada lado. Usando su dedo pulgar, presione diferentes puntos en la planta del pie. Utilizando sus dedos índice y medio, presione con movimientos circulares el área del tobillo. Masajee cada uno de los dedos del pie, usando sus dedos pulgar e índice. Rote cada dedo del pie en ambas direcciones, y suavemente estírelo. Repita tres veces y al final estire bien, pero con cuidado, cada dedo. Masajee todo el pie, aplicando presión con sus manos. Los movimientos tienen que ser contrarios a la circulación. Al final del masaje, con una mano eleve el pie; con la otra, empuje el pie hacia adentro en dirección a la pierna. Repita dos veces.
|