Una columna nube negra de humo alertaba ayer en la mañana a los Bomberos de Santiago y a la comunidad que en algún lugar se registraba un fuego
No se equivocaban: era el Súper 99, donde los camisas rojas tuvieron que romper las paredes del establecimiento con mazos para poder introducir sus mangueras y sofocar las llamas, porque amenazaba con extenderse hacia algunas viviendas cercanas. No hubo víctimas que lamentar, pero se estima que las pérdidas materiales se estiman en más de tres millones de balboas. Las labores para sofocar las llamas duró unas cinco horas.
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