Moza, gracias a Dios existe usted para que nos ayude cuando estamos mal. He pensado escribirle desde hace tiempo, pero ahora es que me atrevo, ya que no aguanto más este dolor que me está llevando a la desesperación.

Tal vez para sus lectores esto no es muy serio pero para mi es muy triste y penoso.

Me llamo Carmela y soy muy cristiana, asisto a una Iglesia católica todas las semanas, desde hace cinco años.

Es una manera de sentirme muy bien conmigo y, además, me ha ayudado a ser mejor persona.

Mi familia está contenta con este cambio, ya que antes era muy rebelde, borrachita y muy promiscua.

Tal vez esto suene bonito, lo feo del asunto es que hace un año a la iglesia que asisto llegó un padre de quien me he enamorado. Estoy loca por él y cada vez que lo veo se nota que me derrito. Como si fuera poco, tengo un novio que también asiste a la iglesia y es un pan de Dios. Moza, esto me tiene tan mal que no sé qué hacer. Estoy pensando dejar de ir a la iglesia porque no quiero que la gente me señale. Tampoco quiero buscarle problemas al padre que se ha portado muy bien conmigo.

¿Qué puedo hacer para no tener problemas y sentirme bien?

CARMELA

Estimada lectora, estás confundida y debes salir de eso cuanto antes. Te sugiero que tomes las cosas con calma y pienses muy bien tu siguiente paso.

Si te sientes atraída hacia ese padre, es mejor que lo evites y no cometas el error de comentárselo, ya que te puedes sentir peor. Lo más sano es que asistas a otra iglesia para evitar cualquier problema y te sientas mejor.

Mientras tanto, reza mucho y pídele a Dios que te ayude a ver la situación diferente, que te quite ese sentimiento hacia el cura y que te dé valor para cambiar.

En cuanto a tu novio, es mejor que seas clara con él, dile que realmente no te sientes enamorada y que no quieres jugar con sus sentimientos.

Carmela, no te sientas mal, eres humana, sólo ten paciencia para salir de este problema sentimental.