
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
La responsabilidad es su mayor virtud.
Siempre trabaja con mucha pasión.
Los clientes salen satisfechos con su trabajo.
Siempre busca la manera de ganarse la vida honradamente.
Foto: ROBERTO BARRIOS
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
La responsabilidad es su mayor virtud.
Siempre trabaja con mucha pasión.
Los clientes salen satisfechos con su trabajo.
Siempre busca la manera de ganarse la vida honradamente.
Foto: ROBERTO BARRIOS
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
La responsabilidad es su mayor virtud.
Siempre trabaja con mucha pasión.
Los clientes salen satisfechos con su trabajo.
Siempre busca la manera de ganarse la vida honradamente.
Foto: ROBERTO BARRIOS
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
La responsabilidad es su mayor virtud.
Siempre trabaja con mucha pasión.
Los clientes salen satisfechos con su trabajo.
Siempre busca la manera de ganarse la vida honradamente.
Foto: ROBERTO BARRIOS
En este trabajo tiene hora de entrada, pero no de salida.
La responsabilidad es su mayor virtud.
Siempre trabaja con mucha pasión.
Los clientes salen satisfechos con su trabajo.
Siempre busca la manera de ganarse la vida honradamente.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Este joven tiene 20 años y su hijo Randal solo tiene uno, y día con día se esfuerza para que a él no le haga falta nada.
Se graduó de Bachiller en Comercio con énfasis en Contabilidad y aunque no ejerce su profesión sueña con poder hacer su propio negocio y administrarlo de acuerdo con los conocimientos aprendidos en el salón de clases.
Actualmente se dedica a cortar cabello en una barbería, ubicada en el Centro Comercial La Gran Estación de San Miguelito, ya que asegura no poder estar en casa sin hacer nada.
Su sentido de responsabilidad es muy grande y sabe que por medio del trabajo se pueden conseguir las cosas de manera honesta.
Según Dayan, su pequeño hijo es la inspiración para levantarse todos los días y tratar de ser mejor padre y mejor ciudadano, ya que sabe que si su pequeño crece en un ambiente sano podrá lograr muchas cosas en la vida.
Este joven barbero ha participado en varios clubes de fútbol y su mayor anhelo era poder jugar en el FC Barcelona, pero siente que ahora tiene que luchar más duro para que su hijo pueda cumplir ese sueño.
Asegura que en Panamá hay formas de ganarse la vida de manera honesta, siempre y cuando se quieran lograr los objetivos trazados en la vida.