No pierden la esperanza en Dios de que una mano amiga los ayude. Ésta es la familia Arena, quienes viven en extrema pobreza en una casa de madera que desde hace tres años cuidan en el sector 10 de Gonzalillo.
Según Apolonia González, es difícil la situación en la que viven, ya que su esposo, Domingo Arena, no cuenta con un trabajo permanente que les permita tener una mejor situación económica, lo poco que gana son seis dolares y lo hace sembrando maíz y hortalizas. Tienen 4 hijos, tres de los cuales asisten a la escuela con el esfuerzo que hacen sus padres, quienes muchas veces tienen que pedirle dinero prestado a los vecinos para que los niños puedan asistir. Son muy humildes, y tan sólo tienen una cama que comparten entre todos; además de que cocinan sus alimentos en un fogón hecho por ellos mismos. Lo que a veces les permite seguir adelante es que ellos siembran yuca y plátano; además de criar gallinas y patos para cuando no tienen alimento. Encomendados a Dios para poder continuar, su único deseo es tener su casa propia para la seguridad de sus niños; por esto luchan para sobrevivir, sin perder la esperanza de ver algún día su sueño hecho realidad.
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