Sin tanta bulla, sin tanto protocolo y, sobre todo, sin muchos guardaespaldas, Raphael arribó a Panamá, muy sonriente, pero cansado. El español dijo estar feliz y que nunca estuvo enfermo, refiriéndose a su buen estado de salud actual.
Raphael comentó que el show de esta noche estará lleno de sorpresas; pero, especialmente, de muchas innovaciones. ¡Ay, madre!
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