"Perro viejo ladra senta'o" solía decir el capitán Juan Delgado Pinzón. Por eso, cada vez que se subía a su helicóptero, encendía el motor y se quedaba un rato escuchándolo. Si había algún ruido raro, se bajaba y le decía al mecánico: "arregla esa vaina, que yo así no voy a volar".
Eso recordaba ayer un amigo suyo, cuya tristeza era evidente. "El era un zorro viejo en esto, tenía mucha experiencia... no entiendo cómo no aterrizó en el Miramar y por qué no avisó que su helicóptero tenía problemas", se lamentaba. El tenía 4 mil horas de vuelo.
Sobre el mantenimiento del aparato, una fuente del Servicio Aéreo Nacional aseguró que, aunque el Gobierno no da mucho dinero para este menester, los aparatos que se usan están en muy buenas condiciones. Los otros no se utilizan.