Qué triste es vivir esclavizada a una relación en donde crees estar enamorada pero en realidad no es así. Hablando con una amiga, me doy cuenta la ignorancia de algunas mujeres que creen que soportando todo se demuestra el amor a la pareja.
Otras dos amigas y yo la escuchamos por duodécima vez llorando a causa del engaño número no sé cuántos que el esposo le hacía. Desde novios siempre se la pasaba teniendo aventurillas con una y con otras. Para ese entonces no era tan descarado, hacía todo lo posible para que mi amiga no se diera cuenta ¡Qué considerado! Por una u otra razón algunos de los engaños salían a la luz y se formaban unas peleas en donde el palo de la escoba y el sartén eran algunos de los elementos utilizados en la batalla campal.
Pasaban los días y el clásico "mami yo te amo fue un desliz, sabes que te quiero a ti y que voy a ti" no se hizo esperar. La reconciliación fue superrápida. Cada cierto tiempo el cuadro seguía y seguía. Con el pasar del tiempo ya no se inmutaba en ocultar a la amante, sino que de forma descarada se atrevía a llamarla al frente de ella y llevarla a los mismos lugares en donde frecuenta con su novia. Las discusiones ya no eran tan acaloradas, pues la mujer en vez de reclamarle se encargaba de hacer sentir mejor a su esposo para que no tuviera necesidad de buscar a otra. Desvelada en las noches esperándolo, revisándole el celular a escondidas, llorando en silencio por las noches.
Cuando no aguanta, empiezan las peleas con golpes, sigue la reconciliación, él se porta bien por una par de meses y después sigue en las andanzas.
¡Hasta cuándo! Le decíamos, eso no es vida, si bien el cierto el amor lo puede soportar todo, pero son demasiadas humillaciones y muchas, demasiadas oportunidades, es obvio que no va a cambiar y de hacerlo de seguro no será en este momento. Para que estar con una pareja que en vez de brindarme amor, respetarme lo que hace es agobiarme y hacerme sentir menos mujer que otras. Eso no es vida para nadie. No estoy del todo de acuerdo en la frase que dice "Primero yo, segundo, tercero yo", ya que no siempre tenemos que anteponernos ante las cosas, a veces es necesario abrir los ojos y mirar todo el daño que le estamos haciendo a los demás.
Amiga, supéralo, no es fácil, lo sabemos, pero déjalo ir. No tengo que ser tú para darme cuenta que lo que sientes por él no es amor, ya que el amor no es egoísta ni busca su propio interés. Chicas una cosa es perdonar y olvidar, pero eso no es sinónimo de regresar con las personas, aquellas que están pasando por eso, evalúense y mírense en un espejo y verán que por mucho maquillaje que tengan la tristeza la tienen reflejada.
