No pudieron disimular el regocijo que sentían. Con el corazón henchido de emoción, los padres de Julio agradecieron a los panameños las muestras de cariño que le mostraron a su hijo, y señalaron que era la primera vez que veían a Julio jugar aquí. Los progenitores dejaron entrever el enorme orgullo que sienten, al revelar que tuvo que esforzarse y sacrificarse muchísimo para lograr lo que ahora es. Además, él nunca olvidó a Panamá.
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