Tal como lo había anunciado. Erick Bravo, subdirector separado de la PTJ, y Erick Britton, son dos de los personajes incluidos en el expediente por la muerte de Vanessa Márquez.
Ayer, el abogado de la familia Márquez, Benito Mojica, presentó una ampliación de la querella ante la Fiscalía Tercera Superior, donde acusa a Bravo y a Britton de encubrimiento, solicitando que se les abra causa criminal.
Según Mojica, en las declaraciones de los inspectores de la PTJ, Rubén Feuillebois y Rainier Rubatino, queda claro que al momento de la declaración a Isaac Zebede y Amael Acosta, Bravo había dado instrucciones a Feuillebois para que las preguntas fueran algo leves.
Agregó que Britton, de acuerdo a lo dicho por los testimonios de los participantes en la fiesta del 3 de marzo en el Hotel Plaza Paitilla Inn, planificó las primeras declaraciones dadas por los interrogados.
Por su parte, Bravo reiteró en conferencia de prensa que nunca manipuló el expediente o evidencias, ya que no tenía a cargo la investigación y su actuación sólo se limitó a conducir a dos testigos el 5 de marzo pasado.
Sostuvo que ha sido suspendido del cargo por más de 75 días, a través de una sanción disciplinaria que ha vulnerado sus derechos fundamentales.
Ayer presentó sus alegaciones finales en la Procuraduría de la Nación, que lleva a cabo el proceso disciplinario en su contra.
Se espera que esta semana la Procuraduría dé su informe sobre el caso y lo remita a la Corte Suprema de Justicia antes del viernes.
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