Esperan enviar los restos del helicóptero para una investigación en Estados Unidos. Hoy serán las honras fúnebres de las víctimas panameñas. (Foto: Alcides Rodríguez y Carlos Mc Nulty / EPASA)
Didier Hernán Gil y Carolina Sánchez
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Sus vecinos la daban por muerta, pero "hay guacho de marisco pa´ rato". Y es que los vecinos de la dominicana Brígida Pichardo llegaron a pensar que ella había quedado atrapada en una de las fondas donde cayó parte de la helicóptero del SAN-100.
Todavía las autoridades no saben qué causó que se precipitara, las preguntas son muchas, pero las respuestas pocas.
Ayer, al mediodía, Brígida, un tanto acalorada, vendía su gustado guacho de marisco en la esquina de la Lotería Nacional de Beneficencia. Allí expresó, ante la admiración de sus clientes, que antes de que el helicóptero se precipitara , decidió irse a ver una novela y cuando encendió el televisor descubrió que ella pudo ser parte de la tragedia.
"PRIMERO SON LOS PANAMEñOS"
Pichardo criticó que las autoridades hablaran más de los chilenos, que de los panameños muertos en este accidente. "Soy dominicana, pero los panameños son primero", recalcó.
Los residentes cercanos a Calle Q de Calidonia, área donde está el Almacén Banana Price y se estrelló el helicóptero, también descartaron el fallecimiento de vendedor de yuca del área, pues lo vieron recorriendo el barrio. Se hablaba de una asiática que había sido decapitada, pero resulta que esta fémina apareció ayer en la mañana, buscando el auto que tuvo que abandonar para salir en estampida junto a sus hijos.
Este accidente afectó cuatro fondas, cuatro autos sedan y un busito, pues se encontraban en los predios del almacén.
NO HAY PANAMEñOS MUERTOS
De acuerdo con la fiscal Maruquel Castroverde, luego de la inspección de los escombros del almacén Banana Price, negó la presencia de más víctimas y reiteró que hubo once muertos: seis chilenos y cinco panameños. Esta información fue la razón de la tertulia comunitaria de los calidonienses que aseguran que "eso es increíble". En tanto, Albert Alí, propietario del almacén, manifestó que sus 16 empleados no resultaron afectados.
LLEGARON A VER E INFORMARSE
Al sitio del accidente llegó el presidente Martín Torrijos y una delegación chilena, quienes se subieron hasta la azotea de El Machetazo para ver el área donde se precipitó el helicóptero. Esta inspección demoró unos 35 minutos.
Posteriormente, miembros del Servicio Aéreo Nacional (SAN), con el apoyo de una grúa retiraron el fuselaje y el resto del helicóptero. En horas de la tarde, entre la remoción de escombros dentro del almacén, se encontró parte de una pierna de una de las víctimas.
El flujo vehicular por la cuchilla de Calidonia fue irregular, ya que había que desviarse hacia otras arterias.
Se informó que el único sobreviviente de esta tragedia, Eraldo Carrasco, aún permanece en cuidados intensivos del Hospital Nacional.
TRABAJABA POR LA COMUNIDAD
Siempre fue un hombre arriesgado.
Aben Playa, quien conoció por 20 años al capitán Juan Delgado en sus difíciles viajes por el país, contó con voz triste que Delgado tenía que ir hacia las provincias a prestar servicios. Él le dictaba las coordenadas de los puntos en que estaba y cómo estaba el tiempo.
Desde una mujer embarazada, enfermos o personas damnificadas por las lluvias eran las situaciones en donde siempre estaba involucrado Delgado. Áreas como: Coclé del Norte, San Juan Turbe, Limón, La Encantada y Metetí fueron los sitios donde Delgado realizó su labor solidaria.
Recordó que el último viaje de salvamento fue a Bocas del Toro, en busca de un enfermo, pero no pudo lograr su cometido por las inclemencias del tiempo, contó Playa. Delgado pertenecía a los Alcones Grises, donde participan personas que se dedican a ayudar al prójimo sin importarles las circunstancias.