Una grabación musical ha delatado al secuestrador y asesino de la niña Úrsula Hermann veintisiete años después de cometido el crimen, que conmocionó a la opinión pública alemana, pues la pequeña, de 10 años, fue enterrada viva en un cajón en el que murió asfixiada. El hombre fue detenido en la localidad de Kappeln, en el septentrional estado alemán de Schleswig-Holstein.