Una exploradora británica que se enfrentó a las más duras condiciones meteorológicas en su intento de convertirse en la primera mujer en llegar a pie sola al Polo Norte, se ha visto obligada a abandonar por razones ajenas a su voluntad.
Rosie Stancer, de 47 años, arrojó la toalla cuando estaba a sólo 140 kms de su meta, dijo el diario "The Times".
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