A pesar de su versatilidad como actriz, a Julianne Moore le cuesta un gran esfuerzo cumplir con algunos requerimientos de los guiones donde trabaja.
Curiosamente, no le da reparo filmar escenas de sexo, pero en cambio a la hora de un beso apasionado lo piensa mil veces.
"Lo más difícil para mí es besar a un actor, porque es un acto muy íntimo. Siempre que besas a alguien en la vida real por primera vez, es terrorífico. Y si tienes que besar a un actor con el que estás trabajando, es igualmente terrorífico", ha confesado.