Mientras que en la cárcel de La Chorrera se pelean por la comida de los reos, los de Panamá y Colón ya se salvaron.

La empresa salvadoreña ALIPRAC, S..A. fue la única proponente a la licitación, para suministrar los alimentos preparados a las cárceles de Panamá y Colón.

Actualmente, el documento se encuentra en el Consejo Económico Nacional, para luego enviarlo al Gabinete.

La medida tiene como objetivo mejorar la alimentación de los privados de libertad y llevarla a los estándares de calidad, exigidos por los derechos humanos.

Esta nueva modalidad de servicio a las cárceles, generará 85 puestos de empleo remunerados para los internos, quienes serán los encargados de servir las comidas a los otros reos.