La familia de Eliécer pide que el crimen no quede impune. (Foto: Hermes González / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Se volvió "loco". Las paredes verdes de la casa en la que compartieron momentos de feliz matrimonio se tiñeron del rojo de la sangre de Sandra Itzel Pérez Espinosa, de 29 años, y de su actual pareja, Eliécer Cerceño Rodríguez, de 27. Ellos fallecieron el domingo a manos de Eduardo Rook Cumberbach, ex esposo de Sandra, quien, cegado por los celos, llegó a la vivienda ubicada en el sector de San Lorenzo de Las Mañanitas y al encontrarlos juntos, sacó un arma 9mm y los ultimó a tiros.
Rook, un agente del Servicio de Protección Institucional (SPI), que al momento de la tragedia estaba libre, se presentó a la casa pidiendo que le abrieran las puertas, pero como Sandra se negó, pateó la principal hasta que logró ingresar. De inmediato, según los vecinos, se escucharon seis disparos; uno fue a parar al cuerpo de Sandra y los otros cinco se alojaron en el cuerpo de Eliécer.
Dentro de la residencia también estaban dos niñas de uno y cuatro años, fruto de la unión de Sandra y Eduardo, y un niño de ocho años, hijo mayor de la joven que se dedicaba a las labores del hogar.
La familia de Sandra estaba reunida en la vivienda de sus padres que, llorando, contaban que era una bella persona y que se había separado hacía siete meses de Eduardo, pero él aún no lo aceptaba. Incluso, dijeron que siempre fue muy violento. Esta versión fue confirmada por los vecinos, quienes agregaron que en ocasiones anteriores, en medio de peleas, él había hecho algunas detonaciones "para intimidarla".
Mientras que la humilde vivienda en la que Eliécer vivía con sus padres, también se lloraba su partida.
Miriam Rodríguez, su tía, apenas podía hablar, pero en medio de la tristeza expresó que ojalá el hecho que Rook era un SPI no sea impedimento para que se haga justicia.
Ellos comunicaron que Eliécer se graduó de Ingeniero en Sistemas y era novio de Sandra desde febrero de este año.
SE ENTREGO
Mientras esto ocurría, Rook estaba detenido y es que luego del crimen, se entregó voluntariamente en la Sala de Guardia del SPI, ubicada en el Parque Omar.