El presidente de Siria, Bachar Al Assad, y su esposa, Ashma, colocan un ramo de flores en el santuario de la Estación de Atocha, donde el pasado 11 de marzo se dieron los más terribles atentados terroristas.
El gobernante, al igual que miles de civiles, se ha solidarizado con el dolor de los españoles, quienes aún no se reponen de la pérdida cruel de sus familiares y allegados.
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