Arraiján se ha convertido en un pueblo lleno de huecos. Un caso particular se produce en la barriada del Toro, donde habitan más de 500 personas, en su mayoría humildes, quienes aseguran que desde hace más de 10 años la calle principal es un desastre.
Marta Altamira, una de las afectadas, indicó que cansados de solicitar apoyo de las autoridades han tenido que asumir las responsabilidades de los servicios públicos como agua potable, carretera, trabajos de agrimensura y han contribuido para la instalación del fluido eléctrico.
"Para época escolar, nuestros hijos son los que sufren, porque suelen caminar para dirigirse al colegio con los zapatos llenos de lodo", subrayó.
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