Con una sonrisa de oreja a oreja y con una que otra lágrima, Rosa María Hernández arribó a suelo patrio después de tres semanas en Tailandia, donde participó en el Miss Universo. Rosa llegó al natural, sin una gota de maquillaje, sin nada de lujos, con unas sandalias de plataforma y con un conjunto jeans, según ella, porque no se esperaba semejante recibimiento. Así que pidió disculpas, pues ya no quería más maquillaje ni tacones. ¡Ah! Eso sí, Rosa llegó con muchas ganas de comer, pero también sedienta del cariño de su familia, porque los abrazaba y besaba como nunca.
Por ahora, Rosa María no sabe si regresará a trabajar a la publicitaria donde antes laboraba, pero sí quiere terminar sus estudios y dejar a un lado el matrimonio.
"Para gustos los colores", dice Rosa en cuanto a la elección de los jueces, pero agregó sentirse ganadora y estar satisfecha con el trabajo que desempeñó; de igual forma piensa Nikki de Roy, quien también fue a recibir a nuestra Miss. Se me olvidaba, una que no estuvo en la despedida, mas sí en la bienvenida fue Jessica Rodríguez, la ex Miss Panamá 2004.
La verdad fue todo un recibimiento, pero lo más interesante es que Rosa María prometió tratar que Natalie Glebova, Miss Universo 2005, venga a Panamá, pues Rosa conoció meses antes del concurso a la Miss Canadá. ¡Feliz bienvenida!
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