Increíble, pero cierto. Después de que los chiricanos pasaron hambre, humillaciones y estar alejados de sus familias por 32 días en la capital para lograr un nombramiento permanente basado en el Decreto Presidencial 428, DIAaDIA tenía que conocer cuál es la realidad que viven los docentes que trabajan en áreas de difícil acceso.
Aunque parecía una tarea sencilla, no lo fue, porque desde la llegada de las maestras a Chiriquí se presentaron toda clase de inconvenientes. El primero y tal vez el más penoso fue el que vivieron en la sede Regional de Educación de Chiriquí, pues allí los funcionarios de Recursos Humanos les entregaron sus actas de toma de posesión pasada las 3:00 p.m. Sin embargo, ellos habían llegado a las 7:30 a.m.
Para lograr que se les entregaran sus documentos, los educadores tuvieron que llamar a la Directora Nacional de Recursos Humanos del MEDUCA, Eurídice de Pineda, quien había firmado sus nombramientos, para ponerla al tanto de los obstáculos que les estaban enfrentando.