El dinero no alcanza y, el hospital del pueblo, el Santo Tomás, está al borde del colapso. Las autoridades lo saben, pero se hacen los sordos.

Ayer, bastante preocupado por la situación que presenta el nosocomio, su director, Rodrigo Velarde, dijo que más de 5 mil pacientes dejarán de recibir cirugías electivas porque consumen muchos recursos. Un total de 6 millones de balboas solicitaron, pero sólo 3.5 millones les asignaron, de los cuales les quitaron 1.7 millones.

"Así los números no dan", dijo Velarde. Agregó que "si no nos dan el dinero, vamos a dejar de atender pacientes. No es una amenaza, pero la realidad nos lleva a eso".

El consumo de electricidad y el agua es, evidentemente, uno de los costos más altos que tiene el hospital. Aproximadamente, están pagando unos 130 mil balboas en electricidad. Según un análisis realizado, Velarde dijo que tienen todo este mes de junio y los primeros 15 días de julio para realizar cirugías electivas, pero que después no saben qué harán.