Algunos dicen que ni las iglesias ni los ministerios de Educación y de la Juventud están llegándole a los muchachos.
La juventud está sola, sin puntos de referencias a quienes escuchar y seguir (mejor dicho sí los tienen, pero no son los mejores, pues se dedican a la música estridente y vulgar, y al tráfico de drogas), por lo que hacen lo que bien les viene en gana, mientras los adultos nos quedamos con los brazos cruzados.
SOLUCIONES FACILITAS
Quienes piden que cierren el Artes y Oficios quieren el camino fácil, sin aportar nada al proceso de solución, creyendo que el trabajo sólo es del Ministerio de Educación y no de todos los responsables. Porque los adultos, que no ofrecemos respuestas ni opciones a los jóvenes, tenemos la culpa.
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