La ciudad capital amaneció en llamas. Incluso, un civil se atrevió a disparar contra unos manifestantes.
Mientras, los policías, que hace unos días estaban por todas partes, ahora no aparecían y permitieron con su mutis que los obreros en paro y la población chocara de frente.
Si esa era la idea del Gobierno, flaco favor se le hizo a la nación y sus pobladores; si no, es señal inequívoca de ineficiencia y hay que hacer los correctivos.
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