Entrenados para servir
Están entrenados para buscar hasta en los lugares menos pensados. (Foto: Alexander Santamarí­a - Alejandro Méndez / EPASA)

Gloria Leiva | DIAaDIA

Son las siete de la noche en la frontera de Panamá con Costa Rica. A los pasajeros del bus, se les debe bajar para ser revisados en aduanas, los introducen en un cuarto en fila y sus maletas están en el piso.

De repente, un perro raza cocker entra al cuarto y olfatea cada una de las maletas, en busca de droga. No encuentra nada.

Éste es el trabajo de los perros de la sección de narcóticos de la Unidad Canina de la Policí­a Nacional.

Sin embargo, para ellos esto es un juego, dice Julio Quintana, cabo de la unidad y uno de los guí­as, pues él asocia el olor de la droga con su juguete.

¿COMO LOS SELECCIONAN PARA EL TRABAJO?

Este proceso se inicia con la selección de los padres del cachorro. Ambos deben tener algunas caracterí­sticas, como instinto de presa, de caza, buen interés de búsqueda.

Una vez el cachorro es destetado, comienza el proceso de estimulación temprana, donde se les motiva con musicalización, con el fin de que el perro sea más dócil. Esto es a las 3 ó 4 semanas de nacido. A los 4 meses, se escoge al cachorro para su especialidad, ya sea para la sección de narcóticos, explosivos, orden público, agilidad y destreza y de rescate.

A cada perro, se le hace una prueba de comportamiento. Los que tienen el instinto de caza o búsqueda, son detectores; los que tienen un carácter más fuerte, para el orden público.

ENTRENAMIENTOS

Los entrenamientos para perros especializados en encontrar explosivos y narcóticos, son similares. Ambos consisten en que el perro busque el juguete que se le da.

Primero se lanza el juguete para que el perro lo recupere, de esta manera, el animal sabe que ese objeto es de él; luego, el juguete se le impregna de olores, ya sea del olor a explosivos o a droga. Con esta técnica, se crea una asociación entre el olor y el juguete; él va conociendo el olor y, al final, el perro asocia ese olor con el objeto.

Otra de las pruebas es quitarle la visibilidad al animal para que busque su juguete, así­ desarrolla más su sentido del olfato. Luego, se le agregan más dificultades, entre ellas colocar el juguete en un lugar cerrado, como un vehí­culo, o aeropuerto, o un cuarto.

Para saber dónde está la droga o el explosivo, al perro se le enseña que debe sentarse o rasgar cuando encuentra "su juguete", pues recordemos que el olor de la droga o el explosivo es el mismo olor de su juguete. Al encontrar lo que se buscaba, el guí­a premia al animal, ya sea con un gesto fí­sico, como palmadas, o se le da su juguete.

Es importante que la comunidad sepa que los perros de narcóticos no se drogan para este trabajo, aseguró el cabo Quintana. De hacerlo, esto matarí­a al animal.

Los perros de estas secciones (narcóticos y explosivos) son utilizados para que trabajen en aeropuertos, fronteras, operativos de profilaxis, puertos, allanamientos, en las cárceles, etc. Este programa dura de 4 a 5 meses.

OBEDIENCIA

El entrenamiento para los perros de la sección de orden público, se inicia con la obediencia básica, porque son perros preparados para causar una impresión psicológica, son perros que en un momento dado pueden neutralizar una persona, ya sea que se le abalance, o pueda defender a una persona de otra que quiera hacerle daño. En estos casos, se le da la orden al perro.

La impresión que dan estos perros es de miedo, pero no es así­, porque son perros entrenados. Este programa dura de 5 a 6 meses.

DIESTROS

Los perros de la escuadra de agilidad y destreza son preparados para llevar un mensaje a la comunidad, pues son caninos que se van a integrar a cualquier evento social para compartir con la comunidad y divertir a las personas, a través de un "show" que ellos ofrecen, demostrando sus habilidades.

Éstos participan en los eventos de la Policí­a Nacional o en cualquier otra actividad.

RESCATISTAS

La sección más reciente es la de búsqueda y rescate. El trabajo de los perros de esta sección es buscar personas vivas o muertas. Ellos son adiestrados con procesos similares a los de la sección de narcóticos y explosivos.

Lo que influye aquí­ es el contacto con la persona. El perro debe compartir desde pequeño con diferentes personas, para que aprenda que la gente siempre va a requerir de él.

El proceso de entrenamiento dura de un año a dos años.

¿CUANDO TERMINA SU PERI­ODO?

La edad promedio de trabajo del perro es de 4 a 5 años; hay unos que rinden más o menos ese tiempo, agregó Quintana. Al animal se le evalúa, diariamente, para saber la calidad de trabajo que se le exige.

El perro de la Unidad Canina es propiedad del Estado, por lo tanto, aparece registrado en la Contralorí­a General de la República como tal. Cuando el perro termina su perí­odo de trabajo, existe un proceso donde los animales dejan de ser patrimonio del Estado, a través de una permuta o intercambio, éste consiste en entregar un bien por otro.

El otro bien podrí­a ser algo que beneficie a la institución, como implementos de aseo o alimentos, entre otros.

Pero la mayorí­a de las veces, el guí­a se queda con el perro, pues se encariña con el animal.

Es importante saber que estos perros son disciplinados, y están para cuidar a la comunidad.

CURSOS DE ENTRENAMIENTO

Si usted está interesado en adiestrar a su perro, los miembros de la Unidad Canina de la Policí­a Nacional están entrenando a estos animales en distintas áreas del paí­s, sólo tiene que verificar en la Subestación más cercana. Si quiere que entrenen a su perro a domicilio, puede llamar al 238-4020.

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