"Sólo pido que nos indemnicen, porque perdimos todo", imploró Anastasia de Fernández mientras caminaba entre los escombros y los charcos de agua que había en el piso del apartamento donde vivía. El lunes, la familia Fernández resultó afectada cuando se incendió su apartamento, producto de las bombas lacrimógenas que replegaban a los estudiantes del Instituto Nacional.

"Mi familia no pudo sacar nada, no tenemos ropa ni aparatos electrónicos, por suerte ninguno de mis tres hijos salió afectado", dijo De Fernández. Toda la fruta que utilizaría Anastacia para su puesto de venta se perdió, al igual que la comida que tenía en casa.

Juan de Arco, quien realizó las investigaciones por parte de los Bomberos, comunicó que un propulsor de bombas lacrimógenas disparado por los antimotines causó el incendio.

La Policía informó que efectuarán sus propias investigaciones y asumirán las responsabilidad.