Y es que, después de 11 días, la UP permanece cerrada tras la intensa protesta que grupos estudiantiles efectuaron el pasado viernes 25 de mayo, en la que hubo enfrentamientos con las Unidades del Control de Multitudes de la Policía Nacional, en la vía Transístmica.
La semana pasada, las autoridades universitarias optaron por suspender a seis estudiantes que tenían reincidencia de participar en actos delictivos, y que dañaron la propiedad ajena y de la propia casa de estudios.
En tanto, los dirigentes estudiantiles seguirán realizando “la olla común”, manifestó Carlos Bichet, estudiante de la Facultad de Derecho, quien fue expulsado.