La psicóloga educativa, Ana María Flores, propone ante una débil educación sexual en los adolescentes por parte de los padres y maestros, las siguientes recomendaciones:
Incorporar al sistema educativo panameño un programa de sexualidad preescolar. Estimó que sea antes de un año, para que así el niño ame su cuerpo y lo respete. De esta manera, el niño debe saber cuándo se siente incómodo y estará en capacidad de saber decir que no o comunicar a las personas de confianza, lo que le está sucediendo. Así como existen las líneas calientes, en el ámbito sexual, establecer una línea para adolescentes donde ellos puedan comentar y buscar soluciones, con un personal capacitado para atender este tipo de llamadas. Crear y promover los foros juveniles, especialmente televisivos, donde se analicen temas de interés para los adolescentes y que se coordine la participación de las escuelas y universidades. A través de la televisión, las orientaciones pueden llegar a una mayor audiencia. Tener un control virtual sobre el uso de la Internet. Las autoridades deben ser más enfáticas en el acceso a material pornográfico. Otra solución sería crear una escuela para padres que facilite la orientación de sus hijos, claro que éstos tendrían que sacar un tiempo para esto, pero querer es poder. Reunir a un grupo de profesionales que apoye por precios módicos o servicio social a las comunidades (atención en clínicas comunitarias, Asociación Panameña de Psicólogos, Gobierno, empresas privadas).
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