Aunque la "Energía para el Desarrollo Sostenible" es el tema principal de la XXXVII Asamblea General de la OEA, que finaliza hoy en Panamá, no el calor lo que caldeó los ánimos de los 28 cancilleres que participaron ayer en la primera sesión plenaria, sino el tema de la libertad de expresión, que no era parte de la agenda.
La mayoría de los cancilleres del hemisferio, que hicieron uso de la palabra, se mostró a favor de la libertad de expresión, pero no profundizó en el tema. Sólo lo hizo Condoleezza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos, y Nicolás Maduro, canciller de Venezuela, quienes protagonizaron un choque de palabras.
Esto se dio por la cancelación de la licencia a la cadena RCTV por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez, y aprovechó para instar a la OEA a enviar una comisión a Venezuela, encabezada por el secretario general de la organización, José Miguel Insulza, para que investigue el caso de la licencia de transmisión de RCTV y la situación de la libertad de prensa. Luego, que se rinda un informe.
Esto motivó a que Maduro acusara a Rice de violentar la agenda de la Asamblea, y calificó sus palabras de intervencionismo inaceptable en los asuntos de Venezuela.
PROPUESTAS
Brasil, en su momento, no dudó en impulsar la producción de los biocombustibles en las Américas, sustentándolo en la base de que traerá mejoras económicas y sociales y que convertirá a los países en productores en lugar de "meros consumidores".
COLOMBIA
Desarrolla proyectos que incrementan el suministro de energía limpia, a partir del gas natural y la utilización de biocombustibles.
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