Las familia se desmoronó cuando descubrió que Darío no falleció por un accidente. (Foto: Evergton Lemon / EPASA)
Milagros Murillo F.
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Confusión y dolor. "No puedo llorar, no puedo llorar a mi niño", decía impotente y tratando de desahogarse Adelaida García, madre de Darío Darinel Castillo García, quien falleció el martes cuando hacía un "camarón" en la empresa Agropor, ubicada en la 24 de Diciembre.
La muerte del joven, de 17 años, causó consternación entre sus familiares, pero el dolor se agudizó cuando, luego de realizarle la autopsia, descubrieron que Darío no perdió la vida al caer del camión en el que cargaba los sacos como se había dicho, sino que recibió un impacto de bala en la parte trasera de la cabeza.
"¿Por qué me lo mataron así? Me lo quitaron", preguntaba entre llantos Aridelka, tía del menor. Y es que sus familiares aseguraron que él no tenía problemas con nadie, por lo que no se explican por qué lo asesinaron.
QUERIA GANARSE ALGO DE DINERO
Darío terminaría la escuela este año. Él estudiaba en el Instituto Méjico-Panamá y como no había clases, sino una actividad, decidió mejor ganarse algo de dinero para terminar la semana, explicó Elías Castillo, su tío.
En tanto, personal de la Fiscalía y de la Dirección de Investigación Judicial realizó ayer una inspección ocular en el lugar de los hechos para determinar las posibles causas de la muerte, pues próximo a la compañía ocurrió una balacera y pudiera ser que una "bala loca" fue la que lo mató.
RESERVADOS
Los encargados de la empresa evitaron hacer comentarios. En todo momento mantuvieron la puerta cerrada.