Hoy, es el Día Mundial del Medioambiente, pero todo el 2010 fue declarado por la 61.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, como el Año Internacional de la Biodiversidad, que pretende llamar la atención sobre el valor de la vida en la Tierra.
Los seres humanos forman parte de la rica diversidad de la naturaleza y poseen la capacidad de protegerla o de destruirla.
La pérdida de alguna forma de vida en la Tierra es irreversible y el modo como el ser humano destruye el medioambiente va de una manera acelerada y pone en riesgo la vida de todos los seres humanos.
Cada especie en la Tierra tiene una razón de ser, forma parte del equilibrio de la vida.
Al romper ese equilibrio nos empobrecemos y ponemos en riesgo nuestra alimentación, el agua, la salud y los servicios vitales de los que depende nuestra vida y el hogar donde habitamos, "la Tierra".
Preservar la biodiversidad requiere del esfuerzo de todos y que se trabaje juntos, a nivel mundial, para asegurar un futuro sostenible.
Este Día Mundial del Medioambiente es la oportunidad única para despertar la conciencia sobre el papel vital que juega la biodiversidad en el mantenimiento de la vida sobre la Tierra, de los ecosistemas y de su importancia para el bienestar humano y la reducción de la pobreza.
Las buenas prácticas ciudadanas para el cuidado del medioambiente son importantes. Un cambio en las actividades cotidianas, como consumir menos, desperdiciar menos, reutilizar y reciclar. Es importante informarse sobre la diversidad biológica y sus amenazas, y comenzar a actuar desde el nivel comunitario.
El Año Internacional de la Biodiversidad termina en diciembre de 2010 con una ceremonia en Japón, que marcará el inicio del Año Internacional de los Bosques. Sin embargo, será en la Cumbre de Nagoya, en octubre, donde se realizará el balance de este año. Los gobiernos definirán allí los objetivos y etapas para combatir la pérdida de biodiversidad y se marcarán los objetivos para después del 2010.