Niños adoptados


Anaís Espinosa R. -

Para comunicarle la adopción al niño, tanto los padres, maestros y terapuetas deben prepararlo, evitar revelar la verdad de su origen en el momento de la adolescencia, donde surgen los mayores conflictos referentes a la identidad, la presión de grupo, la rebeldía, las adicciones y fácilmente pueden fugarse de su hogar o de la escuela, por el simple hecho de buscar a sus verdaderos progenitores.

Debe ser después de haber trabajado con el niño durante un cierto tiempo, logrando una estabilidad emocional, liberándolo de las posibles decepciones y abandonos experimentados en su vida, con un clima pleno de amor y comprensión. No solo se les dirá, sino que se les explicarán las razones de su adopción, pero solo la información importante.

Los padres de niños y adolescentes adoptados deben mantener buena comunicación con sus hijos desde temprana edad. Todos tiene derecho a saber sobre su verdadero origen. Evite las mentiras, porque generarán en el niño muchas interrogantes, inseguridades, depresiones.

Los padres que deciden adoptar, tiene una gran misión y antes deben adecuar el lugar para el niño, preparar a toda la familia, evitar los prejuicios, promover un clima de tolerancia, respeto, libre de lástima y de sobreprotección.

Ellos tienen derecho a tener una familia, vivienda, educación, vivir en armonía y ser felices.

Consejos para los padres

Uno de los factores importantes es la comunicación en el hogar. Por lo tanto, se deben evitar las peleas entre padres e hijos.

Hay que aprender a manejar el tema de la adopción con mucha cautela, evitando las mentiras.

Hay que darle libertad para expresar sus opiniones, enseñarles autoconfianza y seguridad, apoyarlos e elevar su autoestima, promover el desarrollo de metas a corto, mediano y largo plazo.

En la escuela

Los educadores deben evitar divulgar información sobre el origen de sus alumnos, en especial si son adoptados, ya que podría provocar que los otros niños lo aparten, lo que representaría dificultades en el ámbito escolar.

Promueva un clima de tolerancia con sus alumnos, apóyelos en las necesidades educativas que puedan presentar en el salón de clases.

Evite los prejuicios; guíelos e incentivélos.